NEGATIVOS

No, yo no tuve la culpa de verlos caer. Ya estaban caídos.

Mi culpa es la intentar ayudarlos a levantarse. Pero no puedes ayudar a quien no se deja.

La gente negativa asola por mi vida. Uno es como es y tiene su corazoncito. Es por ello que si veo a alguien a mi alrededor con problemas, trato de prestar mi ayuda.

Tiendo mis manos y pongo mi hombro. Mi manos para que se cojan a ellas y mi hombro para que se apoyen en él. Pasa el tiempo y escupen en mis manos, al mismo tiempo que apuñalan mi hombro.

Dolor, desilusión, eso es lo que siento. ¿Por que no ven mis intentos de ayuda?. ¿Acaso es mejor vivir en una fantasía?. ¿Por que reaccionar como avestruces ante los problemas?.

Vivimos en un mundo en que pocos hay quienes te presten ayuda. La gente se suele mirar mucho para el ombligo de uno mismo. Uno tiene su forma de ser y no puede pasar indiferente al ver a una persona que está a su lado llorando y no tratar de consolarla, o con un problema y darle su humilde opinión por si le sirve de consuelo.

No es que uno no sea negativo, suele serlo cuando la maravillosa salud le da un poco de lado. Pero cuantas veces ha deseado tener alguien a su lado para oír unas palabras de compresión y ayuda. No siempre las tuvo, más bien casi nunca. Será por eso lo de prestar ayuda.

Después de hablar con esas gentes y comprobar que no consigue nada. Bueno si consigue algo, decepción y desilusión hacía su persona. No le queda otra que ignorarlos. Que sigan en su burbuja creyéndose que todo es maravilloso, aunque en realidad de maravilloso nada. Que sigan vendiendo una imagen que para nada tiene que ver con su verdadera imagen.

Uno, hastiado y aburrido no dejará de tender su mano, ya que puede haber alguien que la necesite y la coja, llegado ese momento todo lo demás no le dañará, es más saldrá refortalecido.

El Concierto

Uno tiene la costumbre de leer los papeles que están pegados en las paredes y vi uno en el que ponía:

“Concentración de grupos de Rock and Roll, organizado por CASTELO ROCK”. Esa concentración era en un lugar llamado MUROS, el cual dista a 30 kilómetros de donde yo vivo.

En el cartel había un grupo entre otros al cual yo seguí hace tiempo, LOS ILEGALES. El plato me apetecía mucho, así que me informé de si había algún autobús para ir. Pero no había, otra vez me volví a sentir defraudado del lugar donde vivo.

Pero no me dejé vencer y busqué alternativas. Di con una, un primo que tengo el cual también es aficionado a la música. Me acompañó, como no, mi novia.

Nos preparamos para el evento, yo suelo vestir camisetas con nombres de grupos de Rock, pero no obstante estrené una que tengo de mis añorados LEÑO muy “chachi”. Mi novia no tenía nada apropiado así que le dejé una de los AC-DC, ya que con ella se da una buena imagen y más en un concierto de Rock, evidentemente.

Cuando llegamos, lo primero que hicimos fue ir a una terraza de las que hay en ese bonito pueblo marinero y dar buena cuenta de unos bocadillos de calamares, “mana”. A continuación para el concierto.

Estaba tocando un grupo del cual no me acuerdo del nombre, pero la música empezó a meterse en mi cuerpo. Al rato empezaron a tocar LOS ILEGALES.

Fue empezar y ponerme a saltar, “saqué” mi guitarra y me puse a tocarla al son de de ese bribón llamado Jorge. La verdad es que me acordaba perfectamente de esos toques, los cuales tenía algo olvidados.

El los últimos tiempos mi gustos musicales están derivando al Folk, pero nunca he dejado el Rock de lado, me encanta todo lo Heavy.

Había mucha gente, de todas las edades. Me acordé de un “coleguilla”, el cual nos invitó a un concierto que dio este grupo en Santiago. Por unos compromisos no pudimos ir, él dice que esa banda es la mejor del país. No se si es la mejor, lo que si sé es que su directo es bueno, pero que muy bueno, nos gustó mucho y vinimos muy contentos de haber asistido al evento.

Quiero hacer una mención a la gente de CASTELO ROCK, por lo bien organizado que tienen todo. Tengo que decir que el concierto fue ¡¡¡GRATIS¡¡¡. Haber si cunde el ejemplo y se dejan de tanta “pachanga”, viva el Rock and Roll.

Una Burrada

Rescate en el Miño.Una piedra de 15 de quince kilos para hundir a una burra en el río. Ese era el titular que vi en la prensa, él cual llamó mi atención, y seguí leyendo la noticia.

Nadie sabe el tiempo que permaneció en el agua, ni si la dejaron allí o fue vadeando la corriente desde algún otro lugar río arriba, pero ayer en el ayuntamiento Orensano de Toén la opinión generalizada era que la burra rescatada del Miño estaba viva de milagro. Lo que es seguro es que esa no era la intención de sus dueños. El animal apareció con una piedra de aproximadamente quince kilos colgada al cuello y a cuatro metros aguas adentro del Miño.

“Parece vieja y desde luego está delgada y muy deteriorada, pero trabajo mucho”, concluía ayer el alcalde, Amancio Cid, señalando las llagas en los cuartos traseros y delanteros por el roce del arnés durante años.

El animal debe su rescate a un vecino que la descubrió en la tarde del miércoles y avisó a Protección Civil. Desde entonces está en un cobertizo de propiedad municipal porque, explica el alcalde, “antes de tomar una decisión queríamos dar tiempo al dueño por si la robaron”.

La espera ha sido en vano y nadie ha reclamado al animal, pero ha servido para que encuentre algo de consuelo en un perro, también abandonado y que curiosamente fue hallado pocas horas antes en la misma zona.

Uno de los vecinos de Toén que se han acercado a ver a la burra lo tenía claro: “Son del mismo dueño, y seguramente el perro fue detrás de ella o salio a buscarla”. La afinidad entre ambos es evidente. El perro, muy dócil, se niega a separarse de ella y cuando se intenta llevarlo en otro sentido, no quiere caminar, pero en cuanto la burra se pone en marcha, el perro la sigue.

El futuro de ambos es incierto. El alcalde pretende que alguna protectora se haga cargo de la burra pero al cánido, salvo que algún vecino quiera adoptarlo, le espera la perrera.

Al acabar de leer me acorde de las gentes de Ellos Jamas lo Harían, me sentí mal y dije que tenía que escribir sobre ello.

Abra que ser salvaje para hacer esto. Esto demuestra una vez más que el ser humano es el peor animal que existe en el mundo. Yo me preguntó, ¿pero acaso no habría otra forma de proceder?. Seguro que si, pero al “inteligente” no se le ocurrió mejor manera.

Cuanto tenemos que aprender de los animales. El perro no abandonó a la burra, y eso que son animales irracionales, bueno, para racionales llegamos nosotros.

No se de que me extraño tanto el ver como se ata a una burra vieja con una piedra y se tira al río, si somos capaces de abandonar a nuestros congéneres, padres, madres, vecinos y gente necesitada.

P.D.

Esta noticia acabó bien ya que a los días de salir esta noticia, tanto la burra como el perro tienen mucha gente para adoptarlos.

Pero ¿cuantas noticias de estas abra que no nos enteremos de ellas y se cumpla el objetivo del salvaje?

A mis 45 Tacos

El pasado día 2 estuve de cumpleaños.

Fue un día muy bonito, pese a que estuve trabajando en el curso. Mis compañeras de curso me hicieron un regalo, aparte de los besos y abrazos de rigor. Mi novia me hizo un buen regalo y como no, besos y más que abrazos. Yo también me hice unos regalos, una conexión a Internet y un nuevo ordenador. El cambió su espectacular, fue como pasar de andar en bicicleta a andar en coche, ahora si estoy bien equipado.

Pues si llegué a los 45 “tacos”, quien me lo iba a decir. Hecho la vista atrás y recuerdo mis pensamientos acerca de la edad.

Cuando era un adolescente con 14 años, pensaba morirme a los 17, ya que por esos tiempos hubo más de un cantante que se murió muy joven, ah¡¡, adolescencia, rebeldía, anarquía. Pero todo cambió cuando recién cumplidos las 16 la “negra sombra” con su guadaña pasó por mi lado tan cerca que sentí su aliento en la nuca, fue un hecho que me motivo a dedicarme a vivir.

Anhelaba que llegasen los 18, ya que eso conllevaba la mayoría de edad. Sin embargo una vez que llegaron no significo nada en especial. Y al llegar los 25 empezaron a caer muy rápido.

Fue mi caída y mi encuentro con el “perro negro” la que me hizo acordarme de la “negra sombra”, incluso se me pasó por la cabeza ir a su encuentro. Menos mal que solo fueron malas ideas no llevadas a cabo, ya que cuando conseguí “levantarme”, no sin muchos sufrimientos, supe apreciar más la vida.

Y después de más de una recaída y superarlas, lo que conseguí en salir fortalecido. Salí tan fuerte de ellas que me hacen ver la vida más bonita aun, me enseñan a que debo “exprimirla” como si fuese una naranja a la cual le quiero sacar todo su zumo.

De pronto llegaron los 40. Se dice por ahí que al llegar a los 40 se tiene una crisis, en mi caso fue todo lo contrario, de crisis nada, fue la vuelta a una segunda juventud.

Pero en esta segunda juventud, claro está, se más que en la primera, ya que los años me enseñaron a ver la vida de otra forma.

Me encanta ver como crece un árbol, la forma de una nube, una puesta de sol en la compañía de mi novia, esas que para algunos son pequeñas cosas, para mi son grandes.

Cuando era un niño y oía que una persona tenía 60 años, la llamaba vieja. Pues ahora yo quiero llegar a los 85 años ya que me parece una buena edad, solo espero que la salud me respete y que no me abandone el amor. De no ser así que la “negra sombra” me llevé cuanto antes mejor.