miércoles, 26 de octubre de 2011

Cenizas


La imagen que se encontró fue la siguiente.


El joven estaba en cuclillas, la chica según se iba acercando veía caer unas gotas que la luz del sol hacía que se viesen de diversos colores. Las gotas no eran otra cosa más que sudor ya que el joven estaba trabajando arduamente.


Al llegar a su altura vio que lo que estaba haciendo el joven era soplar sobre una hoguera en la que solo había cenizas.


Ella le preguntó que es lo que estaba haciendo, él respondió que intentando encender el fuego. Ella se puso de la misma forma que estaba él, es decir de cuclillas, cogió un palo con el que revolvió las cenizas y comprobó que allí no había ninguna esperanza de hacer fuego. Así se lo hizo saber de tal forma que él le hizo caso, abandonó su intento y se fueron juntos.


Pasaron meses antes que ella volviese por el mismo sitio y una vez lo hizo se encontró con la imagen del joven haciendo la misma operación.


Ella se enfureció y le dijo palabras malsonantes al joven, él la miraba de tal forma que ella según iba hablando cambiaron sus palabras que de malsonantes pasaron a ser tranquilizadoras. Le cogió las manos y entre sollozos le dijo “siento pena por ti, ya que sabes que no puedes encender ese fuego y sin embargo sigues intentándolo, estas haciendo un trabajo imposible ya que ese fuego está MUERTO.


lunes, 17 de octubre de 2011

Las Visitas


A perro flaco todo son pulgas o cuando viene una nunca viene sola.


Son frases que se suelen decir, y yo las digo porque mi situación con respecto a la salud se encuentra con dos novedades. Dos visitas inesperadas pero que llegan cuando menos las esperas. Ninguna es buena y las dos me resultan muy conocidas.


La primera en aparecer con su fea cara fue el asma. Fue enseñar el “morro” el otoño (pese al desconocido buen tiempo que tenemos), y ella hacer su aparición. La sensación de que el aire no llega con suficiencia a los pulmones no es muy agradable. Ni tampoco esa tos molesta con carraspera. Pues bueno, ante tal aparición no queda más remedio que echar mano de mi inhalador el cual me ayuda a poder llenar mis pulmones con suficiente aire y me hace más llevadera mi existencia.


La segunda en venir a mi encuentro fue el maldito vértigo. Si a la cara del asma la tacho de fea, la del vértigo es repugnante, asquerosa y odiosa. Es forzar un poco (inconscientemente) mis maltrechas cervicales y levantarme al día siguiente con mareos, sensación de pérdida del equilibrio e incluso nauseas son algunos de los síntomas que me trae el vértigo en su “tarjeta de visita”. Nada desconocido por mi parte, y ante tal “visita” tengo que acudir a mis pastillas para frenar esos síntomas que estropean mi calidad de vida.


Pero por una vez desde hace mucho tiempo he tenido una buena visita, Morfeo ha venido a mi encuentro.


Después de más noches de las que yo quisiera durmiendo mal, despertando al menor ruido y sin tener sueños profundos, por fin si consigo dormir bien. Morfeo me acuna entre sus brazos y consigue aparte de hacer que duerma, soñar, si soñar ya que llevaba bastante tiempo sin hacerlo.


Que importante es para mi dormir plácidamente, es hacerlo y levantarme con muy buen ánimo. Parece que los temores y las preocupaciones que me asolaban en mi vida ya no son tan importantes. Se puede decir que he pasado de ver la botella medio vacía a verla medio llena.


Solo es un pequeño paso, pero, como se hace el camino más que paso a paso?.

Intentaré ver la botella medio llena, aunque se que me va a costar, e intentaré poner pasos firmes en mi vida aunque sean pequeños, ya que eso significará que no me he “estancado” en el pesimismo.