sábado, 26 de febrero de 2011

Solo Promesas


Sus promesas solo se quedan en eso, promesas.


Era un niño cuando se quedó huérfano de padre y yo pienso que eso le pasó factura a lo largo de su vida.


Después de años metido en el maldito mundo de las drogas. Heroína, Cocaína, Hachís, Pastillas, Alcohol.


Consiguió dejar esas drogas por otra, aunque esta legal, la Metadona. No conozco a nadie que se “desenganchase” con Metadona. Politiqueo, solo eso. ¿Que es al fin y al cabo la Metadona?.


Toda esa mezcla hizo que su cerebro quebrase.


Un buen día se despertó y oyó voces que le decían que iban a matar a su familia. Cuchillo en mano se mantuvo detrás de la puerta defendiendo a su familia.


Pero su familia no entendía eso. Como entenderlo si llevaba 2 días con 2 noches sin dejar salir a nadie de casa.


Fue al tercer día cuando un niño de la casa lo “convenció”, y él dejó el cuchillo.


Ingreso y diagnostico, ESQUIZOFRENÍA.


Lo vi cuando salió del hospital y me dijo que fue lo peor que le sucedió en la vida. Él que estuvo en la cárcel dijo que eso era mucho pero. Supongo que el estado de su salud tampoco era igual en un sitio que en otro y de ahí verlo de esa manera, digo yo.


Lo animé y le dije que no dejase la medicación. Al mismo tiempo que le aconsejé que hiciese cosas, salir a pasear, ir a la piscina, cosas.


Él dijo que lo haría pero no hizo nada de eso. Si hizo otras cosas que no debía. Beber Alcohol. Mezcla explosiva, Alcohol con medicación. Eso lo llevó a oír las malditas voces y con ello a ingresar otra vez.


Lo llamé y me volvió a dar las gracias ya que era de los pocos que lo hacían, llamarle. Preocuparme por él, eso hice, solo eso. Aunque eso, mostrar interés por uno, es muy apreciado cuando las cosas no son precisamente bonitas.


Cuando salió más charlas, esta vez acompañado de mi pareja, para hablar sobre lo que podía o debía de hacer. Él asentía y dijo que iba a cambiar, pero pasan los días y las semanas y no hace nada más que estar encerrado en casa. Solo sale a comprar tabaco.


¿Será que aún no a visto la puerta de salida?. Por que la puerta si esta ahí, seguro. Ojalá que la vea pronto.





domingo, 13 de febrero de 2011

La Consulta


No fue una cita más.


Al llegar a la puerta de mi doctora de cabecera vi una nota en la puerta y en ella decía que hoy no estaría. Seguí leyendo y vi que me derivaron a otra consulta, con lo cual allá me fui acompañado de mi pareja.


Había bastante gente y la doctora que tiene un nombre de un color, yo la llamaré Azul, por decir algo, iba con retraso. Nada a lo que no estuviese acostumbrado. Esperé y cuando salió de su consulta fue para llamar a una señora a la cual el solo verla ya se daba cuenta cualquiera que estaba mal. La señora iba por urgencias y la doctora Azul no tuvo mejor idea que hacerle preguntas sobre su estado ¡¡¡ en la puerta ¡¡¡. Nunca había visto a la doctora en mi vida pero la impresión que me causó no fue nada buena. ¿Y la intimidad de la señora, donde se quedó? Todos allí escuchando la conversación, que caradura.


Me llamó a mi y entramos. Cuando me preguntó que es lo que me pasaba, le conté que estaba algo mal por culpa de la ansiedad que suelo padecer y parece que estos días asola de nuevo. Ella miró en su ordenador y dijo que no veía nada salvo la medicación que estoy tomando. Y dio su parecer. Que no fue otro que decir que esa medicación no era la correcta. Me quede “para allá” al oír eso. Me dio un papel para pedir cita para el psiquiatra.


Antes de irme le pedí que me auscultara. Ella me preguntó el por que. Yo le conté que me siento a veces algo fatigado y eso que tomó el inhalador. Volvió a dictar sentencia y no se le ocurrió otra cosa que decirme que dejase el inhalador, ya que eso era debido a la ansiedad y que fuese por allí si tenía una crisis. “Descolocado” me quedé ante esta reacción. Vaya “salida” la de la licenciada. Que espere a tener una crisis para que ella sepa de mí estado. Que “tonta” la licenciada y que inepta.


Salimos de allí, yo incrédulo ya no fui a pedir cita sino que fui directamente a hablar con el psiquiatra.


Me atendió muy amablemente y se quedó perplejo al oír lo que yo le contaba. Me pidió el papel que la doctora Azul me dio y apuntó unas cosas en él y me dijo que se lo entregara a ella. De lo mio me dijo que no me preocupase y siguiese como hasta ahora. No hay mejor médico que uno mismo dijo, y si yo veo que la cosa se pone mal que aumente la medicación y cuando esté mejor la baje. Así de claro y sencillo.


Al salir de la consulta me dije a mi mismo que hay mucho incompetente ocupando cargos públicos, en este caso de la medicina y hoy me tocó a mi padecer a uno.


¿Como alguien que nunca me vio en su vida y ni se dignó a mirar mi amplio historial pone en duda la actitud de otros profesionales?. Profesional uno con el cual resulta que llevo 19 años siendo paciente suyo.


¿Y la Neumologa que me diagnosticó principio de asmático, acaso era tonta? ¿Y mi doctora de cabecera, cómo queda?.


Mi doctora de cabecera esta apunto de irse del centro de salud en que se encuentra actualmente. Lleva tiempo muy “quemada” de aguantar tanto borrego. La echaré de menos, vaya sino. Antes de irse tendré unas palabras con ella. Por supuesto no para decirle nada de este incidente. Simplemente para desearle mucha salud y mucha suerte haya donde esté.


Yo me quedaré esperando y deseando que me toque alguien como ella. Ya que así ocurrió cuando ella sucedió a mi anterior médico. Suerte que tuve.


Pero si ya estaba con la mosca detrás de la oreja temiendo que me toqué algún incompetente. Ya que haberlos hailos. Después de lo de la doctora Azul, ¡¡¡no veas¡¡¡.