sábado, 17 de diciembre de 2011

¿Vudú?


Hay veces que me siento como un muñeco con el cual se practica vudú.


Recuerdo la película Airbag. En ella actuaba el Gran Francisco Rabal, el cual hacía un papel de narcotraficante, y cuando mantenía conversación telefónica con otro narcotraficante cuyo protagonista era el bueno de Luis Cuenca se retorcía de dolor, dolor que él no sabía, pero era causado por una joven que trabajaba para esté ultimo. El dolor era producido pinchando a un muñeco con alfileres practicando vudú.


Así me encuentro yo últimamente, ya que no se lo que es levantarse tres días seguidos sin que me suceda nada malo con respecto a mi salud. Que si el maldito vértigo. Que si el estómago (quede harto de comer todo cocido debido a una gastroenteritis). Que si la ansiedad. Y estás semanas ando con problemas de boca.


No hay dolor”, decía otro actor de cine en su papel de boxeador llamado Rocky Balboa. Que quisiera ver yo al muy “capullo” con un dolor de muelas, haber si decía lo mismo.


Empezó siendo una pequeña molestia, que pasados unos días pasó de molestia a dolor. Cuando noté que no debería de dejar pasar más tiempo ya que la cosa iba a peor, llamé a mi dentista.


Era algo tarde y la joven que trabaja en la clínica me dio cita para el otro día. Otra noche casi sin dormir, cuan larga puede llegar a ser una noche si no se consigue dormir, y por si fuese poco, el dolor. Puedo estar mucho tiempo sin tener saliva (o al menos no darme cuenta si la tengo o no), pero es estar con problema en la boca y tengo saliva cada dos por tres, con lo molesto que eso es. Al otro día me fui para el dentista.


Yo para decir la verdad no es cosa que me aterre lo del ir al dentista. Tampoco es que vaya de valiente, sino que con la ayuda de la inyección que me da para dormir la boca me da mucha seguridad.


No resulto fácil saber que muela era la que me estaba causando el dolor, yo notaba una ligera molestia cuando él me daba con una pequeña pieza de metal, pero no sabía decir que muela era, me dolía toda la boca y no sabía explicar si era en la parte de arriba o en la de abajo, la maldita muela estaba empastada, con lo cual me quitó una radiografía y dictó sentencia.


La muela estaba muy dañada y había que matar el nervio o quitarla. Yo pienso que si se puede es mejor mantener la pieza y decidí que me matase el maldito nervio, aunque sabiendo que a una muela si le quitas el nervio se acaba rompiendo, pero siempre se podrá poner un casquillo. La operación tendría que ser en tres sesiones y me valdría una “pasta”.


Después que me puso la inyección, pues como siempre, no sabía como tenía la boca de adormecida que estaba, parecía que tenía la boca hinchada, torcida o llena de algo. Después que acabó y a lo largo del día se me pasó el efecto de la inyección, parecía que estaba en otro mundo, ya que el dolor había desaparecido.


A la semana siguiente volví y pase la semana bien. No así la tercera semana, ya que me apareció una molestia en otra muela. Cuando volví por tercera vez le dije al dentista que me mirase y él dijo que tenía otra muela mal. Había que empastar y así lo hice, pero llevé unos días mal, con bastante dolor y volví junto a el. Me dijo que era normal ya que el empaste está cerca del nervio y que estuviese de prueba una semana, sino también abrá que matar el nervio.


Llevó unos días y la maldita muela no me pasa del todo. No es que tenga mucho dolor, pero si una molestia.


En esos días malos, lleno de dolor tomé pastillas, paracetamol, y me decía para mi que tenía mucha suerte de estar en un sitio en el que están a nuestro alcance. Me imaginaba como harían hace muchos, muchos años con un problema de estos y la verdad me aterrorizaba solo pensarlo.


Espero que se me pase el problema de la muela porque no me gustaría tener que volver al dentista. No por el dolor que me pueda producir el que me ande otra vez en ella. Pero si por el “dolor” que me pueda producir en la mano al volver a pagarle. Y si hay alguien que anda jugando a pinchar alfileres en el muñeco, espero que se le escape la mano y se lo clave ahí, si, en la llamada “partes nobles”.








lunes, 5 de diciembre de 2011

Vértigo


Basta un percance para darme cuenta que no vale la pena hacerse muchos planes.


No pude escribir ni hacer muchas cosas estos días. El motivo no fue otro que una crisis de vértigo.


Cuando me levanté apenas podía mantener el equilibrio. Al levantarme y andar lo hacía con las piernas arqueadas como si fuese un marinero, solo que él lo hace en alta mar y yo estaba en tierra firme, aunque pareciera que las olas me sacudiesen con su balanceo, tal era mi desequilibrio.


Eché mano de mi medicación y unos días después acudí al médico. Este al verme no dijo nada nuevo para mi, solo que el vértigo no es una enfermedad importante aunque si incapacitante. A mi me lo iba a decir que apenas podía hacer nada. Estuve en reposo tirado en la cama, no podía estar en el ordenador ya que me hacía sentir peor, tampoco ver la televisión, ni leer, solo me quedaba oír la radio y con este “maravilloso” panorama me encontré.


A mi mente asolaban tiempos pasados, tiempos con estas mismas circunstancias. Tiempos en los cuales estuve tirado en cama días y días, era tal mi mal estado que quedé sin fuerzas ya que apenas comía. Mi mora me fue hundiendo en un pozo muy negro y por mi mente asolaban malos pensamientos. Cuando conseguí levantarme, fue verme en el espejo y casi no me conocía ante la importante cantidad de peso que había perdido.


Esto de que el pasado viniese a mi encuentro creo que fue debido al mucho tiempo del que dispuse y no supe encauzar mis pensamientos hacia otro sitio. Me sentía un incapacitado y a mi mente volvían esos malos pensamientos, pero recordaba el día que me puse enfermo y solo habían pasado 3 o 4 días, a mi me parecía que llevaba así semanas y no, solo eran días, así que decidí tener paciencia.


Me fui encontrando mejor y con muchas ganas de escribir, de echo tenía una entrada preparada pero cometí un error y la perdí cuando la iba a meter en mi blog.


Mi estado no era nada boyante, debilitado y con pequeños mareos se presentaba la recogida de los kiwis y allá nos fuimos a coger kiwis.


Pagamos la novatada ya que tuvimos ayudas pero no las suficientes ya que hubo mucho kiwi que coger y pocas manos, así que tardamos más de lo debido y la ansiedad se apoderó me mi.


Ahora ya está todo recogido, bueno no todo ya que quedó mucho de un tamaño más pequeño pero esos no tienen salida para el mercado, con lo cual los regalaremos, por un lado pagaremos los favores prestados y por otro haremos amigos.


Llegamos a la meta, la recogida, todo el año trabajando en la finca y ahora esperar ser recompensados económicamente claro está, porque anímicamente ya lo estoy, lo estuve siempre.


Cogimos una finca, enferma, maltratada y la reconstruimos día a día, semana a semana y mes a mes. Hace unos meses que la vi como yo quería y ahora luce en su esplendor esperando en volver a ser podada sus plantas, para reforzar su vida.


Después de la recogida me estoy tomando unos días de relax, pero estos días me está entrando la nostalgia, será que se aproxima la pu.. navidad, o será el tiempo climatológico, que es quien al fin y al cabo se lleva las culpas de todo, que se jo..


Atrás dejo el maldito vértigo, mentiría si digo que no le tengo miedo, si le tengo miedo porque me deja incapacitado y eso no me gusta nada. Espero que el muy perro tarde mucho en volver.