domingo, 13 de febrero de 2011

La Consulta


No fue una cita más.


Al llegar a la puerta de mi doctora de cabecera vi una nota en la puerta y en ella decía que hoy no estaría. Seguí leyendo y vi que me derivaron a otra consulta, con lo cual allá me fui acompañado de mi pareja.


Había bastante gente y la doctora que tiene un nombre de un color, yo la llamaré Azul, por decir algo, iba con retraso. Nada a lo que no estuviese acostumbrado. Esperé y cuando salió de su consulta fue para llamar a una señora a la cual el solo verla ya se daba cuenta cualquiera que estaba mal. La señora iba por urgencias y la doctora Azul no tuvo mejor idea que hacerle preguntas sobre su estado ¡¡¡ en la puerta ¡¡¡. Nunca había visto a la doctora en mi vida pero la impresión que me causó no fue nada buena. ¿Y la intimidad de la señora, donde se quedó? Todos allí escuchando la conversación, que caradura.


Me llamó a mi y entramos. Cuando me preguntó que es lo que me pasaba, le conté que estaba algo mal por culpa de la ansiedad que suelo padecer y parece que estos días asola de nuevo. Ella miró en su ordenador y dijo que no veía nada salvo la medicación que estoy tomando. Y dio su parecer. Que no fue otro que decir que esa medicación no era la correcta. Me quede “para allá” al oír eso. Me dio un papel para pedir cita para el psiquiatra.


Antes de irme le pedí que me auscultara. Ella me preguntó el por que. Yo le conté que me siento a veces algo fatigado y eso que tomó el inhalador. Volvió a dictar sentencia y no se le ocurrió otra cosa que decirme que dejase el inhalador, ya que eso era debido a la ansiedad y que fuese por allí si tenía una crisis. “Descolocado” me quedé ante esta reacción. Vaya “salida” la de la licenciada. Que espere a tener una crisis para que ella sepa de mí estado. Que “tonta” la licenciada y que inepta.


Salimos de allí, yo incrédulo ya no fui a pedir cita sino que fui directamente a hablar con el psiquiatra.


Me atendió muy amablemente y se quedó perplejo al oír lo que yo le contaba. Me pidió el papel que la doctora Azul me dio y apuntó unas cosas en él y me dijo que se lo entregara a ella. De lo mio me dijo que no me preocupase y siguiese como hasta ahora. No hay mejor médico que uno mismo dijo, y si yo veo que la cosa se pone mal que aumente la medicación y cuando esté mejor la baje. Así de claro y sencillo.


Al salir de la consulta me dije a mi mismo que hay mucho incompetente ocupando cargos públicos, en este caso de la medicina y hoy me tocó a mi padecer a uno.


¿Como alguien que nunca me vio en su vida y ni se dignó a mirar mi amplio historial pone en duda la actitud de otros profesionales?. Profesional uno con el cual resulta que llevo 19 años siendo paciente suyo.


¿Y la Neumologa que me diagnosticó principio de asmático, acaso era tonta? ¿Y mi doctora de cabecera, cómo queda?.


Mi doctora de cabecera esta apunto de irse del centro de salud en que se encuentra actualmente. Lleva tiempo muy “quemada” de aguantar tanto borrego. La echaré de menos, vaya sino. Antes de irse tendré unas palabras con ella. Por supuesto no para decirle nada de este incidente. Simplemente para desearle mucha salud y mucha suerte haya donde esté.


Yo me quedaré esperando y deseando que me toque alguien como ella. Ya que así ocurrió cuando ella sucedió a mi anterior médico. Suerte que tuve.


Pero si ya estaba con la mosca detrás de la oreja temiendo que me toqué algún incompetente. Ya que haberlos hailos. Después de lo de la doctora Azul, ¡¡¡no veas¡¡¡.



2 comentarios:

  1. mira que con el monton de gente que quiere trabajar y la mayoria de las veces se topa uno con algun inutil, tienes razon hay mucho incompetente ocupando cargos públicos.

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  2. Hola Valentina.

    Pues si, hay mucho, pero que mucho incompetente ocupando cargos públicos.

    Una gran mayoría solo está a "calentar" el sillón y esperar que venga la hora de irse.


    No nos merecemos a tanto inepto. Solo nos queda protestar donde debemos. Aunque muchas veces no sirva de nada.

    Un beso.

    NES

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