viernes, 24 de diciembre de 2010

Esperanza


No, no quiero verla más. Pero no por que me haya echo mal. Bueno, el mal si me lo hace inconscientemente, ya que la culpa no es de ella sino mía.


Me hace daño verla, por lo de C. Llegué a esa conclusión después de llamarla por teléfono para preguntarle por C. Al acabar la conversación, que fue muy breve ya que estaban allí los médicos, me encontré muy mal. Fue ahí cuando me dije que no debía verla más, ni tampoco hablar con ella, por que hace sentir mal, me “hundo” en el desanimo y el cuerpo me queda como “vacío”.


No dejo de preguntar por él y lo ultimo que se, es que los efectos de la quimioterapia hicieron que le caiga el pelo. Sería un mal menor si la medicación hace su función y lo cura. El pelo volverá a nacer. Ah¡¡ el pelo, menuda “chorrada”, el pelo. Si, pero en mi cerebro veo su cara y me pongo muy triste.


No se que me pasa, yo no era así, pero ahora esas cosas me afectan mucho. Me he vuelto un “blando”. No valgo para esas cosas, no creo que eso sea una cobardía. O a lo mejor si.


Estuve hablando con gente y algunos me dijeron que también eran así, pero la vida les hizo cambiar. Tengo miedo cambiar por que si lo llego a hacer no va ser por una cosa buena. Pero no quiero, ni debo pensar en eso. Lo que tenga que ser será.


P.D. Ella me llamó hoy y me dijo que tengo que ser fuerte. Que no puedo ponerme así. Se enteró que hablé con alguien sobre el problema que tiene C. La oí como siempre con genio, muy fuerte y con mucha energía. Claro esta que a lo mejor la procesión va por dentro. Solo le pude decir “quien me diera tu fortaleza”.


Hoy me llevé una alegría por que C esta andando. Espero que sea el principió de la salida. Debemos tener ESPERANZA. Ojalá¡¡.



2 comentarios:

  1. Siempre hay que tener esperanza!

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  2. Hola Valentina.

    Cierto, como se suele decir " la esperanza es lo último que se pierde".

    Espero y deseo que haya suerte.

    Un beso.

    NES

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