lunes, 4 de julio de 2011

Demasiada Tecnología?


No es la moto ni nada de lo que dice la canción lo que tengo estropeado. Son otras cosas.


La tecnología me esta jugando malas pasada últimamente. Digo esto por que hace unos días mi ordenador dejó de ir a su velocidad acostumbrada y parecía que pasase de ir en un formula 1 a ir en una bicicleta.


Se colgaba y eso hacía que saliese mi mal humor. Me “cagaba” en sus fusibles y todo lo que se meneaba. Miré cuantos megas tenía de entrada y estaba bien, lo cual me enfadaba más ya que no tenía a quien echarle la culpa. Me sienta bien cuando tengo un problema y no soy capaz de solucionarlo comprobar que la culpa es de otro y así que “achine” él. Pero este no era el caso. Con lo cual había que tratar de solucionarlo.


Hablando con un compañero me dijo que podría ser debido a muchas cosas. Que si el Mozilla podía estar “saturado” o quizás necesitara desfragmentarlo. Limpié el Mozilla y no solucioné nada. Luego pensé que sería el router que estaba mal. Eché horas cogiendo información que no me solucionaba casi nada. Barajé la otra opción ya que me acordé de una clase con mi profesor de informática. Decía que se debía desfragmentar el ordenador cada cierto tiempo, cada mes o dos meses. Mi ordenador tiene 9 meses y aún no había hecho esa operación.


Ya harto de tantas pruebas me decidí a intentarlo. Empecé y de pronto me salió una ventana diciendo que era conveniente hacer un disco de copia. Maldita sea¡¡, yo no tenía disco ni nada para guardar la información que en él tenía. Me acordé de una anécdota un compañero, Alejandro, el “Uruguayo”.


Él escribiera en su blog un articulo, (con el cual me reí mucho por su forma de contarlo) que le había sucedido con su ordenador. Se la había estropeado y lo llevó a una tienda en USA que es donde se encontraba en esos momentos. Allí el operario no consiguió arreglárselo, más bien todo lo contrario, le destrozó el disco duro y él perdió toda la información.


Juró en hebreo contra el operario ya que había perdido toda su información, sus cosas personales y todo que allí se encontraba. Aún sabiendo esto me arriesgue y procedí a desfragmentar el dichoso ordenador.


Era muy tarde y como tardó tanto en acabar no pude ver el resultado hasta el día siguiente. Cuando desperté comprobé que el ordenador iba perfectamente, así que me quedé contento. No quedé tan contento al día siguiente.


Miré el teléfono móvil y vi que la pantalla estaba blanca, lo cual me mosqueo bastante. Traté de indagar en él, pero no conseguí nada, con lo cual lo llevé a la tienda. Yo pensaba que tendría arreglo ya que me sucedió una cosa parecida hace poco y me lo arreglaron.


En esa primera vez la chica cambió la tarjeta y me preguntó si tenía los números guardados en el teléfono o en la tarjeta, le respondí que no tenía ni remota idea. Ella me avisó que en caso de no tenerlos en la tarjeta los perdería. Le respondí que era igual ya que no tenía otra solución. Procedió a cambiar la tarjeta y allí estaban los números. Salí contento ya que si se me estropeaba el teléfono siempre me quedaría los números en la tarjeta, dije para mi.


Iluso, eso es lo que soy y digo el por que. Volví a llevar a la chica el teléfono y al mirarlo dijo que no valía para nada. Miré uno allí pero como no me gustó la forma en que me trataron y no se lo compré.


La chica me miraba con cara de aburrida, y digo yo que para estar atendiendo a la gente se debe ser un poco más amable. Que menos que poner una sonrisa, (aunque por dentro te este mandando a la mier..). Al llegar cogí el primer teléfono que tuve, él cual reemplacé por este que se había estropeado ya que era mejor. Bueno mejor, tenía más cosas, entre ellas cámara de fotos.


Puse la tarjeta famosa y comprobé con asombro que no había más que unos pocos números que tenía yo al principio. Había perdido todos los números que tenía en el otro, que eran muchos. Maldije a la chica de la tienda ya que ella dijo que si estaban guardados. Lo que ella es, es una inepta ya que ella si hubiese hecho bien su trabajo yo no hubiera perdido mis números de teléfono. Pero al final aprendí unas cosas.


No volveré a desfragmentar el ordenador sin hacer una copia ya que mucho riesgo el que he corrido y cuando compre un teléfono nuevo me aseguraré de que guarde los malditos números en la tarjeta y una vez guardados los copiaré en un blog de notas por si acaso. Ya que como se suele decir por estos lugares “ hasta el gato escaldado al agua fría le tiene miedo”.


P.D.

Coincidencias de la vida. Hacía mucho, pero que mucho tiempo que no veía a Alejandro, el “Uruguayo” y lo vi hoy en el autobús. Le conté lo de la anécdota que escribí sobre él y que me gustaría poner un enlace de su blog. Él dijo que no escribió más en su blog pero me mandaría el nombre y así nos despedimos.


Pero uno es bastante inquieto y como el viaje era algo largo rebusque en mi blog de notas y allí estaba el nombre de su blog. Con lo cual aquí pongo el enlace. Ya que al Cesar lo que es del Cesar. Además es mejor leer la anécdota que contarla.

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