martes, 7 de septiembre de 2010

Una Burrada

Rescate en el Miño.Una piedra de 15 de quince kilos para hundir a una burra en el río. Ese era el titular que vi en la prensa, él cual llamó mi atención, y seguí leyendo la noticia.


Nadie sabe el tiempo que permaneció en el agua, ni si la dejaron allí o fue vadeando la corriente desde algún otro lugar río arriba, pero ayer en el ayuntamiento Orensano de Toén la opinión generalizada era que la burra rescatada del Miño estaba viva de milagro. Lo que es seguro es que esa no era la intención de sus dueños. El animal apareció con una piedra de aproximadamente quince kilos colgada al cuello y a cuatro metros aguas adentro del Miño.

Parece vieja y desde luego está delgada y muy deteriorada, pero trabajo mucho”, concluía ayer el alcalde, Amancio Cid, señalando las llagas en los cuartos traseros y delanteros por el roce del arnés durante años.

El animal debe su rescate a un vecino que la descubrió en la tarde del miércoles y avisó a Protección Civil. Desde entonces está en un cobertizo de propiedad municipal porque, explica el alcalde, “antes de tomar una decisión queríamos dar tiempo al dueño por si la robaron”.

La espera ha sido en vano y nadie ha reclamado al animal, pero ha servido para que encuentre algo de consuelo en un perro, también abandonado y que curiosamente fue hallado pocas horas antes en la misma zona.

Uno de los vecinos de Toén que se han acercado a ver a la burra lo tenía claro: “Son del mismo dueño, y seguramente el perro fue detrás de ella o salio a buscarla”. La afinidad entre ambos es evidente. El perro, muy dócil, se niega a separarse de ella y cuando se intenta llevarlo en otro sentido, no quiere caminar, pero en cuanto la burra se pone en marcha, el perro la sigue.

El futuro de ambos es incierto. El alcalde pretende que alguna protectora se haga cargo de la burra pero al cánido, salvo que algún vecino quiera adoptarlo, le espera la perrera.

Al acabar de leer me acorde de las gentes de Ellos Jamas lo Harían, me sentí mal y dije que tenía que escribir sobre ello.

Abra que ser salvaje para hacer esto. Esto demuestra una vez más que el ser humano es el peor animal que existe en el mundo. Yo me preguntó, ¿pero acaso no habría otra forma de proceder?. Seguro que si, pero al “inteligente” no se le ocurrió mejor manera.

Cuanto tenemos que aprender de los animales. El perro no abandonó a la burra, y eso que son animales irracionales, bueno, para racionales llegamos nosotros.

No se de que me extraño tanto el ver como se ata a una burra vieja con una piedra y se tira al río, si somos capaces de abandonar a nuestros congéneres, padres, madres, vecinos y gente necesitada.



P.D.

Esta noticia acabó bien ya que a los días de salir esta noticia, tanto la burra como el perro tienen mucha gente para adoptarlos.

Pero ¿cuantas noticias de estas abra que no nos enteremos de ellas y se cumpla el objetivo del salvaje?





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