El de la Pipa

Ella me fue presentando a sus compañeros o amigos y como todo en la vida unos me cayeron mejor que otros.

Me acuerdo el día que me presento a uno, estaba en un Pub, el Babilonia, por lo que después me enteré forma parte de él desde siempre, lo vi estaba sentado en una mesa leyendo la prensa y me se me pareció a un poeta, su cara expresaba tristeza así como sus ojos, estaba rodeado de mucho humo que salía de una pipa que se estaba fumando.

Después de las presentaciones yo me puse un poco a la defensiva, por que él imponía respeto, luego empecé a hablar como siempre, mucho, él escuchaba atentamente prestándome atención y a la vez me miraba de una forma que a mí me parecía que me estuviese analizando, después de un tiempo hablo él y el recelo que me dio al principio desapareció, debido a que se expresaba muy bien y a la vez irradiaba confianza, cuando nos despedimos salí contento de que ella me lo presentase.

No pasó como con algunos otros amigos suyos, que solo hablar con ellos unos momentos ya me valió para deducir que no valían la pena, yo suelo quedarme con las primeras impresiones, aunque a veces no siempre sean las correctas.

Siguieron otras charlas y comprobé que no me había equivocado con respeto a él, muy inteligente, pero los que de verdad son inteligentes como es su caso, saben bajarse al nivel de los que no lo somos tanto y hablar de manera que sean comprendidos.

Yo que nunca había tocado un ordenador en mi vida, pues decidí hacer un curso de informática, él me ayudó y prestó su ayuda y fue el causante de haberme metido en este mundo del Blog y con ello en la escritura, claro está, de lo cual le estoy agradecido, en mi primera entrada me comento, pero después me envío un correo sugiriéndome una serie de cosas, las cuales trato de seguir, aunque también le dije que yo nunca había escrito nada antes.

Cuando pides su opinión te la da, aunque a veces no te guste lo que te dice, te lo dice con objetividad y eso no siempre nos gusta, pero lo que importa es que siempre esta ahí para prestar su ayuda, que es mucha.

Todos en la vida tenemos problemas el no iba a ser menos, recuerdo un día que se sinceró con nosotros, cuando nos despedimos ella me dijo que nunca lo había visto ni oído hablar así, eso me dio a entender que empezaba a confiar en mí.

Llevaba un tiempo diciendo que se iba ir a buscar trabajo fuera, tardó pero ese día llegó y pese a que hablábamos por teléfono, no era lo mismo, pasado un tiempo volvió para alegría nuestra y desde aquella nos reunimos alguna que otra vez.

Se le ve con muchas clases de gentes, eso significa que no discrimina y eso me gusta ya que yo tampoco juzgo a la gente por su condición social, no le gusta que le pongan o digan adjetivos cariñosos o de halagos, recuerdo una vez que escribí refiriéndome a él, diciéndole mi “admirado”, no veas como se puso, es por ello que me “corto” un poco, ya que no quiero que se enoje conmigo.

Siempre que surge un problema se le llama, el trata de ayudarte y sino puede te lo dice, le estaré eternamente agradecido por que lo que hizo y hace por ella, ella, es mi novia, a la cual presto su ayuda cuando otros “pasaron” del tema él le tendió su mano, la escucha y le da su opinión.

Yo por mi parte darle las gracias por todo, por el blog, por escucharme, por prestarme su ayuda, ese hombre con cara de poeta triste tiene un nombre y es Manolo Miraflores.